La integración de las TIC en la educación significa su utilización en los procesos de enseñanza y aprendizaje que se realizan en el aula y fuera de ella para el logro de los objetivos educativos previstos.
La adecuada integración de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los centros educativos como una herramienta más al servicio de sus objetivos depende de múltiples factores: las infraestructuras físicas, los programas y demás recursos educativos disponibles, la formación del profesorado y la integración de las TIC en el currículum y en los procesos de gestión, el apoyo del equipo directivo...
La existencia en los centros educativos de una buena coordinación tecnológica, o mejor aún, de un Departamento de Tecnología Educativa que asegure el adecuado mantenimiento de los equipos, la formación tecnológica (y didáctica) del profesorado y la coordinación de las aulas informáticas, será sin duda un factor de gran peso específico para lograr la integración de las TIC en el centro y por ende la mejora de las prácticas docentes.
En cualquier caso, el éxito de esta integración dependerá de que produzcan cambios adecuados en la cultura docente y organizativa del centro (cada forma de organización conlleva determinadas ventajas e inconvenientes). La integración de las TIC en el centro no solamente supone para el profesorado el reto de innovar sus prácticas docentes utilizando estos medios sino que también comporta importantes consecuencias organizativas (acceso a las aulas informáticas, mantenimiento de las mismas, instalación de programas...). Los aspectos organizativos resultan pues un elemento clave en todo proceso de innovación.
La adecuada integración de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los centros educativos como una herramienta más al servicio de sus objetivos depende de múltiples factores: las infraestructuras físicas, los programas y demás recursos educativos disponibles, la formación del profesorado y la integración de las TIC en el currículum y en los procesos de gestión, el apoyo del equipo directivo...
La existencia en los centros educativos de una buena coordinación tecnológica, o mejor aún, de un Departamento de Tecnología Educativa que asegure el adecuado mantenimiento de los equipos, la formación tecnológica (y didáctica) del profesorado y la coordinación de las aulas informáticas, será sin duda un factor de gran peso específico para lograr la integración de las TIC en el centro y por ende la mejora de las prácticas docentes.
En cualquier caso, el éxito de esta integración dependerá de que produzcan cambios adecuados en la cultura docente y organizativa del centro (cada forma de organización conlleva determinadas ventajas e inconvenientes). La integración de las TIC en el centro no solamente supone para el profesorado el reto de innovar sus prácticas docentes utilizando estos medios sino que también comporta importantes consecuencias organizativas (acceso a las aulas informáticas, mantenimiento de las mismas, instalación de programas...). Los aspectos organizativos resultan pues un elemento clave en todo proceso de innovación.
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